El flujo de caja (cashflow) es uno de los pilares más importantes para mantener cualquier negocio funcionando de manera saludable. Muchos emprendedores se enfocan únicamente en las ventas o en la rentabilidad, pero olvidan la importancia de la liquidez empresarial y que sin dinero líquido disponible, no se pueden pagar proveedores, sueldos ni gastos operativos.
De hecho, se estima que hasta el 90% de las pequeñas y medianas empresas (pymes) fracasan por una mala gestión del flujo de caja. En América Latina, este problema se ve agravado por prácticas comunes como pagos tardíos, baja bancarización y escaso acceso a financiamiento formal.
Un flujo de caja saludable no siempre significa rentabilidad
Un error común entre nuevos empresarios es pensar que tener ganancias significa que todo va bien. Sin embargo, un negocio puede ser rentable en papel y aun así quedarse sin liquidez para operar.
Esto sucede especialmente en las primeras etapas: se paga renta, sueldos, inventario y servicios sin que aún se hayan cobrado las ventas. Si no hay flujo de efectivo disponible, incluso un negocio con buenos ingresos puede verse paralizado.
Y no solo afecta a los nuevos. En muchos sectores, los pagos de clientes se realizan a 30, 60 o incluso 90 días, lo que significa que el dinero está “atrapado” en facturas por cobrar. Esto puede comprometer el crecimiento, la reputación e incluso la supervivencia del negocio.

Flujo de caja y la importancia de planificarlo
Gestionar bien el flujo de caja no es cuestión de suerte, sino de planificación y control financiero.
Una herramienta fundamental es el pronóstico de flujo de caja, que permite anticipar cuánto dinero entrará y saldrá en un período determinado. Al tener claridad sobre los momentos en que habrá picos o caídas en la liquidez, es posible:
- Tomar decisiones más inteligentes
- Evitar deudas innecesarias
- Saber cuando buscar financiamiento externo
- Prepararse para gastos imprevistos
Incluso una hoja de cálculo básica puede marcar la diferencia si se actualiza con disciplina.
¿Cómo financiar el capital de trabajo diario?
Cuando se necesita liquidez para el funcionamiento diario del negocio, no siempre es viable acudir a un préstamo bancario tradicional. Muchas veces, los tiempos de aprobación son lentos, los requisitos son estrictos y los montos son limitados.
Aquí es donde entran alternativas más flexibles como el financiamiento por facturas (Invoice Finance), una opción que ha ganado mucha fuerza en países desarrollados y que comienza a expandirse en Latinoamérica.
¿Qué es el financiamiento por facturas?
El financiamiento por facturas permite a las empresas convertir sus cuentas por cobrar en efectivo inmediato. Es decir, recibes hasta el 90% del valor de una factura dentro de las 24 horas de haberla emitido.

Cuando el cliente paga, tú recibes el restante 10%, menos una comisión acordada.
Ventajas clave:
- No tienes que esperar 30, 60 o 90 días para recibir tu dinero.
- La liquidez mejora sin necesidad de endeudarte tradicionalmente.
- No necesitas poner tu casa o bienes como garantía.
- El monto disponible crece a medida que crecen tus ventas.
- No afecta directamente tu historial crediticio bancario.
Este tipo de financiamiento pone el control financiero de vuelta en manos del emprendedor, permitiendo planear, pagar sueldos, reabastecer inventario y aprovechar oportunidades sin depender de los plazos de pago de sus clientes.